Las marihuanas autoflorecientes se han convertido en todo un filón económico para los bancos de semillas
Muchos cultivadores se han pasado a este tipo de cultivo
Las marihuanas autoflocerientes tienen como característica principal que no requieren de un ciclo de luz determinado. Esto le da su nombre. Da igual las horas de luz, empezará a florecer a las pocas semanas de germinación.
La gente compra de forma masiva semillas de variedades autoflorecientes, a pesar de producir cogollos de menor calidad que los híbridos que llevan años comercializándose.
Las primeras autoflorecientes eran híbridos de muy baja calidad. En los últimos años las cosas han cambiado y ya existen genéticas que ofrecen resultados lo suficientemente buenos como para hacernos pensar que pueden tener un futuro real. En 2019 ya lo está teniendo.
Todavía no se pueden comparar con ejemplares no autoflorecientes de la misma variedad, pero su facilidad de cultivo hace que se utilicen cada vez más. Sobre todo por cultivadores noveles, pero también experimentados.
Estas genéticas son híbridos de Cannabis Rudelaris por una parte y sativa o índica por la otra. Con este cruce se pretende conservar la característica de floración automática de la ruderalis y las propiedades psicoactivas y fructíferas de las índica y sativa.
Las semillas autoflorecientes que compres florecerán de forma automática cuando lleguen a cierta edad, sin depender del ciclo de luz. Esto suele suceder, en la mayoría de ellas, a la segunda o tercera semana de vida. Esto se debe exclusivamente a su padre ruderalis. La ruderalis por sí sola apenas contiene THC y CBD y genera pocas hojas y flores. Lee más, si quieres, en los tipos de marihuana. Este es el motivo por lo que fue descartada inicialmente pro los cultivadores expertos. Proviene de zonas frías de Rusia. Antiguamente se usó en aquellos lares como medicina natural.
En la naturaleza podemos encontrar ejemplares de rudelaris que van desde los 30 a los 60 centímetros de alto, con sólo alguna que otra rama destacable al margen de la principal y muy pocas hojas. Además, estas plantas generan una cantidad relativamente pequeña de flor.
LA PERSPECTIVA COMERCIAL
A partir del 2005 se empezaron a comercializar semillas autoflorecientes. La mayoría de cultivadores se mostraron escépticos y poco «creyentes». Los que las probaron sacaban conclusiones no muy buenas. Aunque les resultaba sorprendente la característica de la floración automática, no merecía la pena dedicar esfuerzos y dinero para obtener aquellos cogollos de baja calidad.
En unos años, los diferentes cruces consiguieron que el porcentaje de THC y la producción ascendiera de forma drástica, casi alcanzando a las no autoflorecientes. Parece ser que «casan» mejor los cruces entre ruderalis e indica, que no los ruderalis con sativa. Casi todas las semillas autoflorecientes del mercado son ruderalis – indica. Son rápidas, y en 8-10 semanas desde la germinación se pueden cosechar. Los cruces con sativa también tienen su mercado, pero son más lentas de florecer, aunque tienen todas las características que algunos consumidores buscan en las sativas.
TitoMaría y yo no hemos realizado pruebas con autoflorecientes, más allá de plantar unas decenas de semillas del mismo tipo para ver que tal iban. Dado que las producciones conseguidas no eran ni parecidas a las de nuestro cultivo hidropónico tradicional con todas sus ventajas.
Además, pasa lo mismo que con las feminizadas de los bancos. Algunas fallan y no lo son, como también fallan las autoflorecientes, que algunas no lo son. Y tampoco te fíes de los tiempos de floración, porque al igual que con las feminizadas, siempre son unos cuantos días más de lo que te dice la propaganda. O semanas.
Dado que nosotros cultivábamos en sistemas hidropónicos de indoor, con todo lo que conlleva, las marihuanas autoflorecientes no son una opción a tener en cuenta.