Todo lo que tienes que saber sobre plantas autoflorecientes (II)

En la 2ª parte de esta serie nos sentamos con Barney’s Farm para hablar de las genéticas autoflorecientes en general y de sus autos en particular, buscando que una de las mejores casas de semillas del mercado arroje un poco de luz acerca de estos híbridos.

En el artículo anterior no sólo sentábamos las bases sobre el origen de genéticas autoflorecientes o automáticas sino que poníamos en evidencia que estas genéticas están cada vez más en boga. Sea por sus cortos periodos de floración, por sus escasas exigencias nutricionales o por su versatilidad y su rudeza, las autos se han hecho un hueco en el corazón de muchos consumidores.

Que algunas casas oferten exclusivamente este tipo de semillas nos hace aún más conscientes de que han calado en la mayor parte de los cultivadores, bien sea para utilizarlas con unos fines específicos -como el cultivo en terraza o ventana- o para el cultivo en general.

Dejando a un lado la polémica latente que surgió en cuanto comenzaron a comercializarse estas semillas -sobre la menor calidad en relación a índicas, sativas, afghanas e híbridos de las mismas-, quisiéramos adentrarnos en el mundo de estas genéticas, aproximándonos a sus necesidades y cuidados específicos.

En la primera parte de esta serie también os advertíamos sobre la ausencia o inexistencia de publicaciones -e incluso de cultivadores expertos- que puedan arrojar un poco de luz sobre las necesidades específicas de las genéticas autoflorecientes. Hace tan poco tiempo que existe un interés real por estos híbridos que apenas hay juicios bien argumentados al respecto. Por eso, Cannabis Magazine nos ha dado la posibilidad de hablar con una de las casas de semillas que mejores genéticas automáticas está comercializando en la actualidad, Barney’s Farm.

Es indudable que la Sin Tra Bajo (Mazari x Lowrider #1) es una de las genéticas más productivas que podemos encontrar, alcanzando los 60 gramos reales, y está lista 70 días después de su germinación. Además, como su nombre indica, permitirá obtener los mejores resultados sin que el cultivador tenga que dedicarle grandes esfuerzos. Un gran contenido de CBD y un considerable contenido de THC (entre el 12 y el 15%) la convierten en una de las mejores alternativas autos del mercado.

Tangelo Rapido Auto de Barney’s Farm

Aunque ligeramente menos productiva, Tangelo Rápido (Tangerine 13 x Rudelaris) está muy cerca de estas cifras. Lo curioso de esta variedad es que tiene una clara influencia sativa y su sabor y aroma es dulce, con toques cítricos. Combina una mezcla perfecta de efectos cerebrales y relajantes.

Grape Muerto (Grapefruit x Skunk #1 x Rudelaris) hará lo propio pero acercándose más a los 60 que a los 70 días. De nuevo, el nombre hace referencia a sus cualidades. En este caso destaca un inconfundible sabor a uva y albaricoque.

 Con producciones muy similares a las arriba mencionadas destacan Critical Rapido (Critical Mass x Rudelaris), una inmejorable versión autofloreciente de Critical Mass, y Malana Bomb (Malana Charas Plant x Rudelaris), que nos recordará a los mejores ejemplares del Himalaya utilizados para la obtención de hachís.

Como podéis ver, Barney’s Farm ofrece una amplísima oferta de autoflorecientes de última generación, además de sus consagradas Pineapple Express (Rudelaris x Skunk #1 x Cheese), Little Cheese (Rudelaris x Skunk #1 x Blueberry), Sweet Tooth (Rudelaris x Sweet Tooth) o Blue Mammoth (Skunk #1 x Cheese x Siberian) que, aunque menos productivas, se caracterizan por tener una personalidad inconfundible proyectada en sus sabores, efectos, olores, rapidez y altos contenidos de CBD.

Precisamente por todo esto, nadie mejor que ellos para hablar de los cuidados y las necesidades a las que nos enfrentamos cuando hablamos de genéticas auto.

 ¿Cuál es el mejor sustrato para las genéticas autoflorecientes?

El mejor sustrato para este tipo de plantas es un sustrato ligero, con una cantidad importante de coco y perlita. Esto permitirá un rápido y sano desarrollo de las raíces desde su primer día de vida.

Malana Bomb Auto de Barney’s Farm

 ¿Recomendáis realizar trasplantes o llevar la semilla germinada a su maceta final?

Todos sabemos que con las genéticas no autoflorecientes los trasplantes refuerzan las raíces. Las plantas pasan de estar condenadas en un recipiente que las limita a estar sueltas en un mar de comida y tierra. Esto potencia su crecimiento y su desarrollo.

Sin embargo, si hablamos de autoflorecientes la cosa cambia. En el caso de que realicemos trasplantes retendremos la raíz un tiempo precioso y no le ofreceremos el margen adecuado para que se desarrolle de forma óptima.

Lo más adecuado, sin duda, es llevar la semilla germinada a su maceta final y dejar que se expanda tanto como necesite durante su ciclo vital.

Sabemos que las necesidades nutricionales de estas plantas son mucho menores a las de genéticas no autoflorecientes, ¿cómo recomendáis alimentarlas?

Puede parecer una afirmación obvia, pero debemos alimentarlas sin excesos y con la suficiente comida para que desarrollen bien sus raíces.

Hay tener muy en cuenta que en las genéticas autoflorecientes todo se desarrolla de una forma más rápida desde el crecimiento (que dura unos pocos días) hasta la floración (que ocupa la práctica totalidad de su ciclo vital).

Si tenemos en cuenta esto obtendremos la producción final que esperamos.

¿Usáis los mismos productos para el correcto enraizamiento de vuestras plantas, para potenciar la floración y para la estimulación enzimática que con plantas feminizadas?

Sí, usamos los mismos productos, pero es necesario variar las dosis.

En el caso de algunos estimulantes las plantas absorben de una manera similar, pero, como decíamos más arriba, de una forma más rápida.

Grape Muerto Auto de Barney’s Farm

Si tenéis miedo a equivocaros, la mejor forma de no causar un problema en la planta es comenzar con pequeñas dosis e ir ajustándolas en relación a sus necesidades.

¿Cabe el uso de Bacillus, Bacterias o Neem?

Si, por supuesto.

Siempre que exista el más mínimo riesgo de que cualquiera de las plagas existentes colonice el cultivo es adecuado combatirlas desde que la planta echa sus primeros brotes.

En este sentido no existen diferencias destacables con las genéticas no auto. Lo más importante es preservar el producto final.

 ¿Qué ciclos de luz recomendáis para interior?

En interior recomendamos, fundamentalmente, dos periodos de luz / oscuridad. Por una parte, para aquellas personas que trabajen con equipos de iluminación de sodio cuyas potencias sean de 400 vatios recomendamos un ciclo de 20 horas de luz / 4 horas de oscuridad durante todo el ciclo vital.

Sin embargo, para aquellos que trabajen con equipos de 600 vatios sería suficiente un ciclo de 18 horas de luz / 6 horas de oscuridad.

De esta forma, ponemos en evidencia que a cuanta más potencias, más desarrollo de la planta.

Sin embargo, debemos tener bien presente que nunca podremos igualar la potencia solar.

 ¿Y periodos óptimos en exterior?

En exterior dependerá del ámbito geográfico pero lo ideal, en la mayor parte del clima peninsular, será comenzar a cultivar en abril.

De esta forma podremos obtener, al menos, dos cultivos consecutivos de plantas autoflorecientes siendo más productivo el que se cosecha en junio / julio que el que se cosecha en septiembre / octubre debido a la mayor cantidad de horas de luz.

Una vez hechas estas preguntas y solventadas algunas de nuestras dudas más urgentes sobre las genéticas autoflorecientes, cabía preguntarles sobre sus programas de crianza.

Aunque en posteriores artículos nos detendremos más en este tema y os lo explicaremos detalladamente, somos conscientes de que la crianza de autos es mucho más compleja puesto que, cuando se cruza una planta auto con una índica, por ejemplo, se necesitan varias generaciones para conseguir que todas las semillas resultantes sean autos.

También somos plenamente conscientes de que ninguna casa de semillas desvelará sus secretos de crianza o los pasos específicos que sigue a la hora de llevar a cabo sus cruces. Estas podrían considerarse sus “recetas secretas”. Lo único que pretendemos, de nuevo, es comprender mejor la forma en la que se comportan estas genéticas en las diferentes facetas del cultivo y la crianza.

Cuando interpelamos a Barney’s Farm sobre su proceso de crianza esta fue la respuesta:

“Lo cierto es que el proceso de crianza es muy largo debido a que, partiendo de los parentales que elegimos, cruzamos y retrocruzamos entre ellos los que, a nuestro parecer, son los más adecuados.

Estamos siempre en pleno proceso de búsqueda de plantas que demuestren una rápida floración, combinada con una producción que convierta a esa genética en una opción atractiva para el cultivador.

Además, uno de nuestros principales objetivos es que el producto obtenido sea de una calidad inmejorable para el mercado de autoflorecientes que hay hoy en día.

Critical Rapido Auto de Barney’s Farm

Finalmente, después de una selección exhaustiva, conseguimos plantas estables y con las concretas características que detallamos en nuestras descripciones.”

Queda claro que el mimo y la dedicación son factores fundamentales a la hora de llevar a cabo programas de crianza con plantas autoflorecientes.

Se necesita mucho más tiempo para estabilizar y ofrecer ejemplares 100% feminizados y autoflorecientes a los cultivadores que no autoflorecientes y, por ello, es indispensable la paciencia, el buen hacer y la experiencia en el ámbito de la crianza cannábica.

Por último, lanzamos una pregunta que solemos hacer a las casas de semillas que se dejan caer por Cannabis Magazine, bien sea en nuestros artículos o través desecciones específicas: ¿en qué se diferencian las genéticas autoflorecientes que ofrece Barney’s Farm de otras que podemos encontrar en el mercado?

“Nosotros aseguramos un producto final estable, sin problemas y muy fácil de cultivar. Lo que buscamos en estos casos es que el cultivador no experimente ningún tipo de impedimentos ni sorpresas. Así, podrá conseguir el mejor rendimiento en su cultivo de autoflorecientes, tanto en interior como exterior”

De esta forma nos despedimos hasta el próximo número, en el que seguiremos adentrándonos en el apasionante mundo de las genéticas autoflorecientes, acompañados por los mejores profesionales del sector.

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